LA DEPENDECIA EMOCIONAL

LA DEPENDENCIA EMOCIONAL

La dependencia emocional es un estado psicológico que se da en las relaciones personales, bien con una pareja sentimental, un familiar o un amigo. Son muchas las personas que están afectadas por este tipo de estado de dependencia, aunque en muchos casos no llegan a ser plenamente conscientes de ello.

Las personas emocionalmente dependientes se caracterizar por una serie de aspectos comunes, entre los que destaca una considerable falta de autocontrol que deriva en un malestar cuando no están cerca de la persona de la que depende, así como padecer una ávida necesidad de estar con esa persona y no ser capaces de romper las ataduras que les unen.

Pueden existir, aunque no es lo más frecuente, casos de dependencia emocional temporal, pero lo más habitual sin embargo, es que la persona dependiente repita ese patrón de comportamiento a lo largo de su vida, tanto con su pareja sentimental, algo muy frecuente, pero también con algunos familiares, en este caso las figuras paternas y maternas son relevantes, o también con amistades.

Las consecuencias psicológicas de la dependencia emocional son muy diversas y variarán sustancialmente según las características y el grado de dependencia que tenga el individuo para con la otra persona. Es muy común en los sujetos dependientes buscar un perfil determinado de persona con un carácter posesivo, autoritario o dominante, llegando a extremos de casos despóticos y generalmente también manipuladores, dando lugar, en consecuencia, a tipo de relación tóxica en la que una de las partes proyecta un dominio casi absoluto sobre el otro, sin que éste sea plenamente consciente de ello, aunque si lo es de las consecuencias que esa relación conlleva.

En numerosas ocasiones, las personas emocionalmente dependientes, debido en parte a esa falta de consciencia de la situación en la que se encuentran, no son capaces de abandonar la relación en la que se encuentran a pesar de la utilización, el desprecio y el mal trato psicológico al que son sometidas. La consecuencia directa de este tipo de relaciones tóxicas es una merma en la salud emocional, un deterioro en la autoestima y la pérdida de capacidad para valorar los hechos que les afectan. A menudo se sienten inferiores a los demás y se perciben inútiles y no lo suficientemente buenos para su pareja, así como inseguros y celosos.

La mayoría de personas con dependencia emocional no saben que la padecen e incluso pueden negarse a aceptarla cuando alguien cercano a ellas se lo hace notar. La dependencia emocional es como cualquier otro trastorno de salud mental: son enfermedades invisibles y difíciles de detectar por la ausencia de síntomas físicos.

Existen patrones de comportamiento comunes en las personas emocionalmente dependientes como no soportar estar solos, no tolerar el distanciamiento físico o emocional de la persona, ( pareja, familiar, amigo…) provocando esto síntomas de ansiedad y estrés con la consecuente merma en la calidad del vida del individuo dependiente.

Con respecto a la pareja, las personas dependientes tienden a ser sumisos, limitados a la hora de expresar sus emociones y opiniones, evitan cuestionar las opiniones y las decisiones que la otra persona toma y aceptan sus demandas con el fin de evitar tener un conflicto con la pareja.

El motivo principal por el que no abandonan este tipo de relación es el miedo a quedarse solos, no importa la infelicidad que esa relación genera. El miedo a la soledad, a renunciar a un espacio y entorno que conocen que , aunque les provoca sufrimiento, les proporciona al mismo tiempo una falsa sensación de seguridad, les impide salir de esa situación de sumisión y dependencia emocional. Quienes padecen dependencia emocional suelen ser personas con baja autoestima, muchas inseguridades y poca confianza en sí mismas.

¿Se puede prevenir? Mantener una buena salud emocional es un método para prevenir esta dependencia emocional. Es importante en la infancia y la adolescencia (cuando hay un gran desarrollo emocional y de personalidad) fomentar la autoestima, el crecimiento personal y la confianza, así como superar complejos e inseguridades.

Normalmente, las personas con dependencia emocional acuden a la ayuda psicológica convencidos que sus síntomas corresponden a depresión, ansiedad o estrés, sin saber que la causa de estos está en su dependencia. El examen psicológico de un especialista es el que determinará el diagnóstico.

Bibliografía.

Castelló, J. (2005). Dependencia emocional. Características y tratamiento. Edt. Alianza Editorial. Madrid. España

Castelló J. (2012) . Superar la dependencia emocional. Edt. Corona Borealis., Málaga. España

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *