LOS ESQUEMAS.

LOS ESQUEMAS.

En 1981, Shelley Taylor , profesora de Psicología Social en la Universidad de California ( UCLA), denominó a los humanos como «tacaños cognitivos» al referirse a los procesos mentales que el individuo lleva a cabo para atender a la incalculable cantidad de información a la que constantemente está expuesto.

Según la tesis de Taylor, la inmensa mayoría de las personas no tenemos interés en la búsqueda científica de la verdad, no seguimos métodos racionales y sistemáticos que nos permitan entender el mundo social que nos rodea. Esto tiene su explicación en el hecho de que nuestra mente tiene una capacidad limitada a la hora de procesar la información, por lo que optamos por soluciones rápidas que faciliten la toma de decisiones. Buscamos atajos, disminuimos esfuerzos y simplificamos todo lo posible para decidir cuanto antes y con el menor desgaste cognitivo.

Sin embargo, aunque pueda parecer lo contrario, esta forma de actuar no es del todo irracional ya que está influenciada por factores emocionales y motivaciones lo que permite considerar al ser humano, en su toma de decisiones, como un «estratega motivado» ( Fiske y taylor, 1991). Así, se entiende la necesidad que tiene el individuo , sometido a cambios constantes y a una gigantesca cantidad de información, de dar sentido al mundo que le rodea recurriendo a diferentes estrategias que facilten ese proceso y que dependerán tanto de factores cognitivos, no cognitivos, estado afectivo o metas entre otros.

La psicología cognitiva tiende a comparar el cerebro humano con un ordenador, pero desde la cognición social se recuerda que, como se dijo al principio, el ser humano es un «tacaño cognitivo» que obliga a hacer uso de estrategias que faciliten la gestión de la información de una forma más eficaz y cómoda. Básicamente, se utilizan estrategias adaptativas que permitan, con los recursos cognitivos de los que disponemos, obtener el mayor beneficio posible de la información de la que disponemos. las estrategias utilizadas de manera inconsciente por el individuo para tal fin para tal fin se pueden dividir en tres grupos ( (Rodríguez y Betancor, 2007):

Estrategias por las cuales reducimos o simplificamos los recursos necesarios para procesar y elaborar la información. Estrategias mediante las cuales reducimos la información que tenemos que procesar y por último, estrategias que permiten reducir la cantidad de procesamiento necesario a través de los conocimientos que ya tenemos adquiridos por medio de la experiencia.

Siguiendo con este último tipo de estrategia, tenemos que tener presente que el conocimiento previo está ubicado y almacenado en una suerte de estructuras cognitivas que llamamos representaciones mentales, que se aplican al presentarse ante nosotros unos determinados estímulos y que nos permiten interpretarlos, ésto se conoce como «esquemas cognitivos» y podrían definirse como una especie de «mapa o guía de bolsillo para manejarnos por el mundo».

Dentro de estos esquema podemos destacar los esquemas sociales, abstracciones mentales almacenadas en el memoria que representan casos generales, por ejemplo la idea de «familia». Los esquemas personales, el conocimiento que tenemos sobre determinados tipos de individuos, cómo se comportan y como actúan, por ejemplo la idea que tenemos de «americano» Los esquemas de roles, nos informan de cómo son son y cómo se comportan las personas que ejercen un determinado rol social o grupal, por ejemplo la idea de «jefe» y los esquemas del yo en donde se incluyen las ideas centrales sobre uno mismo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *